Afortunadamente podemos acceder a muchas fuentes de información, lamentablemente todavía no hemos aprendido del todo a distinguir el truco del trato, pero podemos experimentar un desvanecimiento paulatino de las fronteras en este aspecto al menos.
¿Por qué desaprovechar una nueva forma de diversión?
Ya centrándome en los peques, en mi día a día, veo en este evento una rica fuente de actividad en el aula. Más allá de las típicas propuestas de manualidades, hay un tema clave a tratar: el miedo.
Tuve la fortuna de conocer a una MAESTRA que aprobó sus oposiciones planteando este gran reto en una unidad didáctica y fue la primera en su tribunal, como no podría ser menos por su calidad humana y profesional, Viky.
El miedo en Educación Infantil es un centro de interés en sí mismo. Cuando planteas en clase ¿a qué tienes miedo? surge un coloquio muy interesante. Hay miedos fundados y otros aprendidos. Con Halloween queremos eliminar los aprendidos y valorar el miedo, que es una herramienta básica para proteger nuestra propia vida. Quizá cambiemos el matiz de miedo por el de respeto, pero en niños tan pequeños esas sutilezas sobran.
Seguiré divirtiéndome con mis peques en Halloween y en todas aquellas fiestas o actividades que puedan aportarles algo, aunque sea simplemente un buen rato de diversión.
