jueves, 15 de octubre de 2009

Comprando en El Tajo de las Entrepiernas

Afortunadamente iba (bien) acompañada. Al menos tengo un testigo de que lo que relato a continuación fue cierto:

Siempre que voy a "El Tajo de las Entrepiernas" comprendo que es inevitable pasar por la sección de ropa antes de llegar a otros objetivos.

Esta vez fue una falda, pero da igual lo que me llame la atención.

Era marrón, arrugadita, ideal para lucir piernas y tacones, un primor. Recuerdo ahora que ni siquiera tuve tiempo de mirar el precio, porque yo miro primero la talla.

Una amable señora (porque si señora suena mal, para mí señorita suena mucho peor) me preguntó si necesitaba ayuda.

- Mire, sí. Necesitaba saber si tienen más tallas que la 38 y la 40 en este modelo.

- Lo siento, solamente fabrican hasta la 40 en esta falda. Para tallas mayores tiene que ir a la sección....

No la dejé terminar.

- Mire, la falda que me gusta es esta. No pienso ir a otra sección. Iré a la de Informática y Electrónica pues seguro allí no tendré problemas con las tallas. Muchas gracias.

Sé que ella no tiene culpa y entiende perfectamente la injusticia con las personas que pasamos, no ya de la 40, sino de la 44.

Hoy he vuelto a escandalizarme y esta vez ha sido con un pase de modelos de trajes hechos con chocolate. Afortunadamente algunas familias no tienen televisión para ver semejante gilipollez, pero desgraciadamente tampoco tienen chocolate, ni otra cosa que dar a sus hijos.

http://www.rtve.es/mediateca/videos/20081024/desfile-trajes-chocolate/322440.shtml

¡Claro! Como no les dejan comérselo, tienen que llevarlo puesto. Vamos a ver... si tengo que ponerme una falda de la talla 40, ¿cómo narices lo voy a conseguir animándome a comer chocolate?

¿Tiene arreglo esta sociedad tan pija?

Siento que el enlace lleve publicidad.

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