Hoy he decidido dar un buen paseo por los alrededores con Loba.
Durante el paseo he tenido tiempo de hacer unas cuantas reflexiones.
Hay gente a quien le gusta pasear escuchando música, a mí no.
Me encanta escuchar la brisa en mis oídos y los ruidos que se pueden percibir en el campo, aparte de algún que otro artilugio ruidoso que pueda aparecer, aunque no han sido demasiados.
El sitio es inmejorable y lo tengo cerca de mi casa.
Me considero afortunada por poder vivir en este entorno.
Mis reflexiones han ido encaminadas a pensar en las relaciones de pareja.
He establecido unas cuantas variables que se pueden dar en cada uno de los componentes.
La fórmula la dejo para otro día, no me creo capaz de enlazar tales asuntos más que en una simple suma.
En las variables omito la amistad y el amor.
La amistad es la base, sin ella no puede haber relación, al menos que yo la vea como tal.
Quizá no estéis de acuerdo conmigo en ese punto.
La última fase es el amor, pero esto ya no es una variable, es algo incontrolable y quiero sacarlo de esta fórmula.
Las variables con las que cuento son las siguientes, aunque podría haber muchas más:
ADMIRACIÓN
FASCINACIÓN
ATRACCIÓN
ADORACIÓN
Piensa en la persona que tienes al lado y que, partiendo de su amistad, crees que puedes sentir alguna de estas variables hacia ella. Luego trata de averiguar si esa persona siente alguna también.
Podemos hacer una simple suma con los sentimientos de ambos. Iría del 0, si solamente se trata de una amistad, hasta el 8 cuando ya podríamos hablar de amor y que podría proporcionar un alto grado de felicidad en esas dos personas.
Pero el Amor se sale de estas simples fórmulas y variables. Eso llega y cuesta saberlo. Más que una variable, es una constante universal que se tiene o no y no se sabe a ciencia cierta de qué depende.
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