Estoy aquí. Sigo viva.
Tengo buenos amigos que me animan a seguir haciéndolo pese a todas las circunstancias negativas que pueden surgir en cualquier momento de la vida.
Dejé el blog desilusionada por gran parte de la gente de este ¿bendito? país. De la mayoría de los que fueron a votar y a la que se supone debo respetar. Respeto, sí y que nunca falte, pero mi total y absoluta desaprobación. Vale, ¿a quién voy a votar?... pues mira, si no te gusta quédate en casa mejor.
Ese desánimo fue el que me hizo cerrar la actividad en mi blog pero ahora quiero animarme a escribir de nuevo. Tengo unos años más y el mismo espíritu y ganas de hacer cosas. Cosas importantes en mi vida y, quizá, en la de otras personas. Unas que ya conocía y otras que he tenido la gran suerte de conocer y disfrutar recientemente.
Bienvenidos de nuevo a mi buhardilla.
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